viernes, 9 de mayo de 2014

Restaurante Marino - Luanco. 04-04-2014

Restaurante Marino. Luanco.
Fecha de la visita : 04/04/2014

Habiendo efectuado una reserva en este restaurante en el mes de Febrero, las inundaciones sufridas por el local nos impidieron realizar la visita.
Como somos gente de palabra, decidimos alterar la agenda de la peña para hacerle un hueco la antes posible, esto fue posible en este mes de Abril.
Por lo tanto reservamos como si no hubiera pasado el tiempo y pedimos lo que había sido el detonante de la elección del local, calderada de pescado.
Fue así como nos presentamos este primer viernes de mes, alegres, joviales y con ganas de cenar. Éramos nueve esta vez.

El local acababa de abrir hacia pocos días, después de las reparaciones que tuvo que llevar a cabo. Con lo cual se le perdona el olor a pintura que se notaba en el comedor de la planta alta donde fuimos situados.
Indicar que estuvimos solos durante la cena, con todo el comedor para nosotros y con todo el servicio también.
Las instalaciones son correctas, desde el comedor donde nos ubicaron se disfruta de unas inmejorables vistas de la playa de La Ribera y del frente marítimo de Luanco.

Como la elección de la cena ya estaba decidida, solo nos quedo elegir unos entrantes y  avisar de que uno de los comensales había elegido carne, cachopo para ser más exactos.

Los entrantes fueron croquetas y calamares.
Las croquetas no fueron un éxito, pecaban de un exceso de harina que les restaba sabor.
Los calamares correctos, con un punto excesivo en la fritura.

Una vez dimos cuenta de los entrantes, llego a la mesa el cachopo de carne, raudo y veloz. Eso es efectividad si señor. La verdad es que no fue del agrado de la persona encargada de su ingesta, sin mas.

La calderada llegaba presentada en una olla al centro de la mesa. Compuesta por una gran cantidad de pescado en trozos muy generosos y patatas cortadas en rodajas finas.
Cantidad abundante.
Pues bien, este plato que en otras ocasiones había cosechado alabanzas, esta vez recogió un sonoro silencio. Paso por la mesa con más pena que gloria, sin estar mal no estaba como se esperaba de él.
Desde nuestra humilde opinión le faltaba un punto en la elaboración o quizás en el producto.

Para regar la cena, Albariño Martín Códax.

En relación con el pan, repetir una vez mas que si ya de por si le cuesta llegar fresco a las cenas, no es la mejor solución presentar los bollos con un corte en el medio.

Los postres Arroz con Leche, bombón helado y flan. Sin entrar a valorar la relación calidad-precio de los mismos que nos parece discutible, decir que no se acabaron.

Finalizamos con café y unos chupitos de hierbas y Jhonny rojo.


Visita un tanto controvertida esta vez, altas expectativas que no se vieron cumplidas.
Quizás deberíamos disculpar el hecho de haber sufrido un percance recientemente, quizás deberíamos haber explorado la carta de manera más amplia y probar otros platos…el caso es que se nos queda una espina clavada.
 


Los comensales.



Croquetas



Calamares



Cachopo de ternera.



Calderada



Flan



Bombón helado



Arroz con leche


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