domingo, 3 de agosto de 2014

Restaurante La Fonte - Candás. 11-07-2014

RESTAURANTE LA FONTE CANDAS                                        FECHA 11/07/2014

Otra vez en la carretera, este viernes nos dirigimos al restaurante La Fonte en Candas. En frente del teatro prendes para más señas. Llegamos puntuales como relojes los 7 conductores y conducidos. Hay que decir , que fuimos recibido a la puerta del establecimiento por uno de los propietarios que nos acompañó hasta nuestra mesa.

El establecimiento ha cambiado de gerencia hace pocas fechas y damos fe de que se esfuerza en hacerse un huecos en la concurrida hostelería candasina.

Mientras decidíamos que cenar, reflexionábamos sobre lo difícil que es reunir a los integrantes de la peña en los meses de primavera y verano, será por nuestra natural predisposición a las excursiones, al amor a nuestras parejas o a que somos reclamados para los más diversos eventos.

Sin hallar respuesta alguna ante estas y otras preguntas de la vida, nos  pusimos a pedir las viandas, dejándonos aconsejar por nuestro anfitrión.

Los entrantes fueron, chipirones plancha, chipirones estilo la fonte y escalopines de pixín. Los chipirones plancha normales y los estilo La Fonte que nos recomendaron resultaron excelentes, se trata de unos chipirones en salsa amariscada que se sirven troceados en una cazuela de barro. Los escalopines de pixín buenos con un rebozado más que correcto.

Como plato principal haciendo un homenaje al producto local y estando en una localidad pesquera decidimos homenajear al bonito de cantábrico, pidiéndolo a la plancha en varios cortes : lomo, rodaja y ventresca. Del lomo esperábamos más, la rodaja muy jugosa y la ventresca muy buena. En general gusto mucho.
Los que no quisieron pescado se decantaron por probar el cachopo de la casa, bueno sin más.

Para beber albariño Mar de Frades, uno de los que más nos gustan, e punto.

Algún que otro licor, con las botellas en la mesa, que resultaron del agrado de los comensales.

A partir de aquí una amena conversación, después de una buena cena, que se prolongó hasta bien entrada la noche.

En principio y sin nada que objetar, un sitio recomendable que sorprendió por la calidad de la cocina, resaltar por una vez el servicio del pan.

 
 

Los Comensales.







Escalopines de pixín.



Calamares a la plancha.




Calamares al estilo La Fonte



Larguero de bonito.



Cachopo de ternera.



Sorbete de mandarina.




Mesón Viana - Avilés. 06-06-2014

MESON VIANA                Fecha: 6/06/2014
 
De vez en cuando es muy necesario revisar los conceptos y los hechos sobre las que se basan nuestras convicciones. Esto que es muy necesario para todos nosotros, es muy útil también para una peña gastronómica.
 
Por todo lo dicho decidimos esta vez volver a nuestros orígenes a un mesón muy frecuentado en nuestros años mozos del que guardábamos gratos recuerdos culinarios.
Así que ni cortos ni perezosos nueve de los integrantes de la peña decidimos confrontar nuestros recuerdos con la realidad actual. Nos fuimos al Mesón Viana en el barrio del
El Carbayedo, Avilés.
 
Nos dispusimos en la entreplanta superior al lado de la ventana, hemos de reconocer que el local no había sufrido grandes cambios, así que el retorno no fue traumático.

Metidos ya en harina nos decidimos por probar el cachopo en su mayoría y por unos entrecots.
El cachopo es a nuestro modo de ver, en esta casa, un clásico avilesino. Hemos de decir que en el cachopo no aceptan cambios en sus ingredientes, por lo que uno de los comensales se decantó por el entrecot. Esto debería de mejorarse a nuestro modo de parecer.
 
Los entrantes estuvieron compuestos por unos pimientos del padrón y unos chipirones a la plancha. Los pimientos del padrón esta vez non y los chipirones buenos.
 
Los cachopos grandes como siempre, hilvanados con palillos como siempre y muy buenos de sabor como siempre. Se acabaron en su mayoría.
El entrecot bueno, con carne de calidad.
 
El pan la mayoría no nos acordamos y el vino pedimos un cosechero de la casa, del que tampoco nos acordamos. Ya saben ustedes lo de la memoria selectiva.
 
En resumidas cuentas, hace años íbamos a comer el que creíamos unos de los mejores cachopos de Avilés y hemos refrescado la memoria para poder decir que lo sigue siendo.
 
La casa peca un poco de espartana, eso sí en esta ocasión el servicio estuvo muy resolutivo y supo manejar las peculiaridades de los comensales.
 
Aparte de esto nos queda advertir que el local cuenta con un equipo de extracción de humos con una potencia limitada, lo que puede llegar a afectar a la gente más sensible.
 
 
 

Vino Rioja



Chiipirones a la plancha



Pimientos de Padrón.



Entrecot.



Cachopo de ternera.







Tarta al whisky.


Sidrería Restaurante El Rinconín - Avilés. 05-05-2014

SIDRERIA RESTAURANTE EL RINCONIN AVILES                                                      02/05/2014
El día dos del mes de mayo de esta nuestra primavera del 2014, quedaron convocados y a
la sazón reunidos 7 integrantes de la peña gastronómica de Valliniello.
Los cuales tras escuchar numerosos consejos y recomendaciones se avienen a visitar la sidrería el Rinconín en el avilesino barrio de Sabugo, al lado mismo de la iglesia nueva que lleva el nombre del barrio.
Restaurante el visitado, que ocupa las instalaciones de otra casa de comidas anterior. Las instalaciones cuentan con una barra colmada de pinchos a la que el espacio para los clientes no hace justicia, un poco justo para entendernos. Cuenta con una serie de comedores concatenados a los que se accede por un pasillo desde la barra. Un tanto  laberintico.
Fuimos instaladas las siete almas en el comedor del final y desde esa ubicación pedimos las viandas con gracejo y soltura.
De entrantes Calamares frescos y espárragos rellenos de jamón con queso azul. Buen producto el primero y excelente plato el segundo, que gusto mucho. El esparrago combina muy bien con el jamón y el queso azul acompaña perfectamente sin cargar excesivamente la combinación.
Seguimos con una combinación de cachopos: Cachopo de manitas de cerdo, cachopo de cecina y cachopo de ternera. Aquí las opiniones sobre los platos fueron dispares, pero si se pudo constatar en el ánimo de los comensales que los distintos integrantes de las combinaciones de los cachopos primaban sobre el sabor de la carne de ternera, dejándola como un elemento anecdótico del plato.
A nuestra leal saber y entender el cachopo es una combinación de sabores sobre unos filetes de ternera, en los casos anteriores se pecaba de exceso de cecina, exceso de manitas y exceso de queso. Eso sí, el sabor a estos tres ingredientes era contundente.
Postres : sorbete de turrón, tarta al whisky y arroz con leche. Correctos.
El vino Rioja Zuazo Gastón, normal sin más pretensiones.
Como resumen un sitio que parece operativo, que nos sorprendió en los entrantes y que en los platos principales no remató la faena. Tendremos que seguir chequeando la carta.
 
 
 
Los comensales
 

 
Rioja Zuazo Gastón
 

 
Esparragos rellenos de jamón con queso azul
 

 
Calamares frescos
 

 
Cachopo de ternera
 

 
Cachopo de manitas de cerdo
 

 
Tarta al whisky
 

 
Arroz con leche
 

 
Sorbete de turrón
 



viernes, 9 de mayo de 2014

Restaurante Marino - Luanco. 04-04-2014

Restaurante Marino. Luanco.
Fecha de la visita : 04/04/2014

Habiendo efectuado una reserva en este restaurante en el mes de Febrero, las inundaciones sufridas por el local nos impidieron realizar la visita.
Como somos gente de palabra, decidimos alterar la agenda de la peña para hacerle un hueco la antes posible, esto fue posible en este mes de Abril.
Por lo tanto reservamos como si no hubiera pasado el tiempo y pedimos lo que había sido el detonante de la elección del local, calderada de pescado.
Fue así como nos presentamos este primer viernes de mes, alegres, joviales y con ganas de cenar. Éramos nueve esta vez.

El local acababa de abrir hacia pocos días, después de las reparaciones que tuvo que llevar a cabo. Con lo cual se le perdona el olor a pintura que se notaba en el comedor de la planta alta donde fuimos situados.
Indicar que estuvimos solos durante la cena, con todo el comedor para nosotros y con todo el servicio también.
Las instalaciones son correctas, desde el comedor donde nos ubicaron se disfruta de unas inmejorables vistas de la playa de La Ribera y del frente marítimo de Luanco.

Como la elección de la cena ya estaba decidida, solo nos quedo elegir unos entrantes y  avisar de que uno de los comensales había elegido carne, cachopo para ser más exactos.

Los entrantes fueron croquetas y calamares.
Las croquetas no fueron un éxito, pecaban de un exceso de harina que les restaba sabor.
Los calamares correctos, con un punto excesivo en la fritura.

Una vez dimos cuenta de los entrantes, llego a la mesa el cachopo de carne, raudo y veloz. Eso es efectividad si señor. La verdad es que no fue del agrado de la persona encargada de su ingesta, sin mas.

La calderada llegaba presentada en una olla al centro de la mesa. Compuesta por una gran cantidad de pescado en trozos muy generosos y patatas cortadas en rodajas finas.
Cantidad abundante.
Pues bien, este plato que en otras ocasiones había cosechado alabanzas, esta vez recogió un sonoro silencio. Paso por la mesa con más pena que gloria, sin estar mal no estaba como se esperaba de él.
Desde nuestra humilde opinión le faltaba un punto en la elaboración o quizás en el producto.

Para regar la cena, Albariño Martín Códax.

En relación con el pan, repetir una vez mas que si ya de por si le cuesta llegar fresco a las cenas, no es la mejor solución presentar los bollos con un corte en el medio.

Los postres Arroz con Leche, bombón helado y flan. Sin entrar a valorar la relación calidad-precio de los mismos que nos parece discutible, decir que no se acabaron.

Finalizamos con café y unos chupitos de hierbas y Jhonny rojo.


Visita un tanto controvertida esta vez, altas expectativas que no se vieron cumplidas.
Quizás deberíamos disculpar el hecho de haber sufrido un percance recientemente, quizás deberíamos haber explorado la carta de manera más amplia y probar otros platos…el caso es que se nos queda una espina clavada.
 


Los comensales.



Croquetas



Calamares



Cachopo de ternera.



Calderada



Flan



Bombón helado



Arroz con leche


jueves, 8 de mayo de 2014

El Pazo Monterrey - Avilés. 07-03-2014

Restaurante Pazo de Monterrey. Avilés.
Fecha: 07/03/2014

Llevábamos posponiendo la cita a este restaurante durante algunos meses. Finalmente la pudimos materializar durante este mes de Marzo. Se trata de un céntrico local en Avilés, que se nos había hecho notar por medio de recomendaciones de algunos conocidos.

Para la velada solo pudimos congregar a siete de los peñistas, imaginamos que los demás estarían ocupados en menesteres mas prosaicos como trabajar en favor de la recuperación económica o favorecer el crecimiento vegetativo de la región.

Instalados en el final del comedor, escuchamos con atención las recomendaciones del camarero a la vez que leíamos la carta.
Comedor ligeramente oscuro que presentaba media entrada, del resto de instalaciones nada que objetar.

Para los entrantes, elegimos sobre la carta. Para el resto seguimos las indicaciones de las recomendaciones sobre la carne, eligiendo según las diversas preferencias.

Los entrantes estuvieron compuestos por : pulpo, salpicón de marisco y calamares.
El pulpo gustó, a decir verdad fue una sorpresa agradable. Estaba en su punto y sabroso.
Lo mismo podríamos decir de los calamares, aclarar que se trataba de calamares frescos fritos. El salpicón de marisco, correcto sin más.

Como plato principal por un lado paletilla de lechazo, una por cabeza y entrecot de buey.
Toda la carne resulto satisfactoria, bien elaborada y con producto de calidad. El único pero, se lo podríamos poner a los puntos de los entrecot. Es difícil acertar con la preparación, porque dentro de la noción de poco hecho, queda a la elección del cocinero como llegan las carnes a la mesa.
Los postres : flan de huevo, tarta al whisky y Arroz con leche. Buenos.
Para acompañar la comida, especialmente la carne, elegimos un Rivera del Duero, Rivendel. Cata correcta sin más.

Licor de hierbas y Jb para el que quiso.

Restaurante operativo en el centro de Avilés, buena carne y buen servicio.




Comensales



Rivendel - Ribera del Duero



 Calamares



Pulpo



Salpicón de marisco



Entrecot de buey



Pata de lechazo



Flan



Tarta al whisky

 







jueves, 27 de marzo de 2014

Restaurante el Horreo - Antromero. 07-02-2014

Restaurante El Horreo. Fecha de la visita 17-01-2014


Viernes 7 de Febrero de 2014.

Salimos de puerto temprano…

Coincidiendo con la Fiesta del Socorro en la villa marinera de Luanco, decidimos ir a probar el plato característico de esta celebración, la Calderada de Pescado.

Bien en verdad que en nuestra singladura a punto estuvimos de naugrafar…puesto que el lugar que habíamos reservado de antemano, resulto inundado por el temporal que azoto la costa cantábrica el fin de semana previo.

Pero llevando a buen puerto nuestra nave, fuimos capaces de recalar en el restaurante El Hórreo de Antromero.

Esa noche nos presentamos a la cena 7 tripulantes y patrón. El resto de la marinería excuso su presencia de las maneras más imaginativas que se les puedan ocurrir. Algunos directamente ni se excusaron.

Fondeamos sobre las 10,30 de la noche, restaurante lleno y un llocántaro del tamaño de un cochinillo ocupaba la barra. Sin más miramientos nos sentamos en la mesa…

A pesar de ir a degustar la calderada, no nos pudimos resistir a pedir unos entrantes, que le vamos a hacer.  Así que nos pusimos a dar buena cuenta de unos calamares frescos , unos fritos de pixin y unas almejas a la plancha. Excelentes los dos primeros, normales las terceras.

Esta inquietud desaforada por probar cuantos más platos mejor, provoco tras una negociación con el camarero, que se redujesen las raciones de calderada.  Cosa que le tuvimos que agradecer con posterioridad.

La calderada fue servida al centro de la mesa, en el asador vitrificado en marrón de toda la vida, para que cada uno se sirviese a su aire. Y vaya que si lo hicimos, los hubo hasta que pasaron de las tres visitas a la pota.

La calderada era excelente, en sabor, producto y preparación. El caldo estaba exquisito.

Altamente recomendable para cualquiera. Poco más que decir al respecto, incluso los expertos en el plato, estaban gratamente sorprendidos.

Solo podemos poner un pero hasta ese punto de la cena y hacer una advertencia :

Avisamos a todos los grumetes que no disfruten de las virtudes de los pescados y se decidan por pedir un plato de carne que : el plato de  carne llego tarde a la mesa y no estaba al nivel de resto de comida.

Para beber, albariño y agua. El albariño correcto y los del agua no pusieron pegas.

De postre tarta tatín ( con compota de manzana ) y alguna otra cosa.

Cafés , chupitos, levar anclas y echarnos a la mar….

Tal fue nuestra singladura y así quedo anotada en el libro de bitácora.

“ Si algún marinero lee esto, que sepa que hay un fondeadero en Antromero, donde el pescado y el marisco es lo bueno. Si se deciden a echar en ancla, allí hay un buen caladero.”




Almejas a la marinera.



Calamares.



Pixín.



Calderada de pescado.



Chuleta de ternera.



Tarta de manzana confitada con helado de turrón.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Casa Luis - Ferroñes 17-01-2014

Restaurante Casa Luis. Fecha de la visita 17-01-2014

Un viernes más, como mandan los cánones, se reúnen 10 personas de buen carácter y mejor comer, para realizar la visita de rigor a uno de estos restaurantes que nos circundan.

Esta ocasión, y a través de la recomendación de uno de los peñistas, se decide visitar el Restaurante Casa Luis en el pueblo de Ferroñes, Llanera. Para poder realizar la visita es necesario apuntar que se efectúo la reserva con mes y medio de antelación. Tal están las cosas en dicha casa.

El restaurante se trata del bar principal del pueblo, se sitúa en el centro del núcleo rural, tiene buen aspecto exterior y un pequeño aparcamiento en la zona lateral que se queda pequeño.

El grupo llega de manera alegre y puntual, los dueños del establecimiento nos sitúan en la zona posterior del comedor. Un comedor correcto, luminoso y limpio.

Para la comida no hubo discusión, 8 raciones de callos con sus correspondiente patatas fritas caseras y dos entrecots para dos comensales.

Diremos ahora que el lugar se conoce por la comida casera, especialmente los callos.

Se sirven de manera rápida y eficiente los callos, en unos recipientes de barro cocido con tapa. La presentación aparte de oportuna es eficiente, puesto que conserva el calor del plato para poder degustarlos pausadamente.

Los callos vienen picados en trozos pequeños, como ya los hemos probado otras veces, con un muy correcto punto meloso. El nivel de picante es medio-bajo, lo cual se corrige con un aceite picante para que cada uno los aliñe a su gusto.

Los callos estaban muy buenos, lo que no nos pusimos de acuerdo es si eran los mejores que habíamos probado, se nota en el reposo de la preparación, la limpieza y el sabor.

El entrecot de los comensales que no probaron los callos estaba, según nos contaron, buenos y tiernos.

Como no podía ser de otro modo de los callos dimos buena cuenta, en su totalidad, eso a pesar de que la cantidad era abundante.



Es en este momento cuando, en un ataque de valentía y capacidad, decidimos seguir probando los productos típicos de la casa. Pedimos unas raciones de picadillo con patatas y unas raciones de adobo. Por recomendación de los camareros redujimos ligeramente la comanda, moderando el numero de raciones, tengamos en cuenta que veníamos de un primer plato no muy ligero.



El picadillo tenía muy buen sabor, pecaba de cierto tono pálido , entendemos que seria debido al pimentón. El punto de picante esta vez sin nada que objetar para nadie.

El adobo estaba bueno , pero cosecho menos alabanzas que todo lo anterior.



Para acompañar la comida nos dejamos aconsejar por el camarero y pedimos el vino de la casa, Coto de Hayas. Un Campo de Borja, correcto y efectivo.



No contentos con haber ampliado la comida , y sin amilanarnos lo mas mínimo, pasamos a los postres. Casi todos caseros, a saber. Arroz con leche, Flan de avellana, tarta de turrón, tarta de queso y tarta helada. Buenos en general.



Con los cafés, se nos obsequio con chupito de orujo tostado de casa. Bueno.



Como vemos, se trató de una cena amplia y abundante, quizás hubiese sido mejor si se tratase de una comida, lo cual indicamos para futuros visitantes.

El sitio no defraudo, incluso diríamos que gusto bastante. Un bar restaurante de comida casera solvente. Del cual solo nos quedaría resaltar la simpatía y saber hacer del servicio, especialmente de la camarera que nos atendió. Un saludo para ella desde aquí.




Los Comensales





Tinto Coto de Hayas




Callos con patatas




Entrecot




Adobo




Picadillo




Tarta al whisky




Tartas variadas




Requesón con miel y nueces





Orujo tostado de miel